TEATRO PRÍNCIPE |
Estaba decorado con sencillez y la pintura combinaba el marfil, el rojo y el oro. El techo era un casquete esférico en rojo desvanecido y de allí pendía una lámpara con 220 luces. Tenía un telón cortafuegos con chapa de hierro, habiendo en el local doce bocas de riego para caso de un incendio. Disponía de cuarenta camerinos y un bar.
La inauguración tuvo lugar el 22 de julio, actuando la compañía de ópera que dirigía el maestro Saco del Valle que representó la obra de Boito "Mefistófeles", en la que intervinieron la soprano María Zamboni, el tenor José Taccani y el bajo Angelo Massini Pieralli. De la orquesta formaban parte los mejores solistas de Madrid y el coro que intervino era de alta calidad. En días sucesivos la compañía representó "La Favorita" de Donizatti, "Rigoleto" de Verdi, "La Traviata" y "El Barbero de Sevilla" de Rossini, despidiéndose el 29 de julio.
La única vez que cantó en San Sebastián Carlos Gardel fue en 1928 y lo hizo en este teatro que cuando escribo estas líneas, en la primavera de 1994, ha cerrado sus puertas para realizar unas obras y convertirse en siete salas de cine con un aforo de 1.200 localidades.
JUAN MARÍA PEÑA IBAÑEZ.
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